
La fotografía es una forma de expresión creativa, donde confluyen, cómo en la mayoría de las artes, el uso de recursos técnicos, de conocimientos prácticos y sobre todo de un basamento conceptual que te permite la capacidad de expresarte de la mejor manera.
Se le conoce al triángulo de exposición como a la relación que existe entre tres variables de la fotografía en una cámara en modo manual. La apertura, la velocidad y la sensibilidad del sensor o ISO.
Las cámaras, así como los móviles inteligentes tienen los llamados modos automáticos o semiautomáticos, en los que una, dos, o todas las variables del triángulo de exposición, son manejadas a través softwares complejos y dependen de las capacidades de procesamientos de los equipos.
Todos estos automatismos funcionan muy bien si lo que deseamos es una fotografía común, que cumpla con algunas exigencias de luz y se ajuste a las normas visuales básicas, pero si queremos una foto diferente, donde toda nuestra creatividad este presente, somos nosotros los que debemos manipular las variables del triángulo de exposición.